30 diciembre, 2009

Elijo vivir

Transcribo parte de una reflexión de Iván Ferreiro antes de una de sus canciones en un video de youtube.

Muchas veces consideramos que la libertad es no tener responsabilidades frente a nada, no tener obligaciones ni responsabilidades, cuando realmente la verdadera libertad cuando verdaderamente nos sentimos libres es, cuando tenemos el poder de tirar de los demás y adquirir responsabilidades y las responsabilidades no nos esclavizan, si no las responsabilidades que nos ponen otros o las malas decisiones que tomamos. Ser libre significa tomar decisiones y tomar decisiones es ser responsable con las decisiones que tomas ser consecuente con ellas y en el fondo te quita libertad cada día.

Al final la esclavitud y la libertad es una cuestión mental de cada uno cada uno decide si es libre o si es esclavo tiene que ver con el rey del universo del principito, dice:

- soy el rey del universo

- tú no mandas nada

- ¿qué no?

- dila a esa estrella que se mueva

- muévete estrella

- no se va a mover porque lleva ahí 1000 años, entonces no le voy a pedir que se mueve

- quédate donde estas estrella

Soy el rey del universo porque le digo al sol que salga todas las mañanas por donde tiene que salir y que se ponga a la hora que tiene que ponerse.

Normalmente cuando alguien me pregunta por este periodo de cese voluntario y personal de trabajo en el cual me hayo inmerso, suelen coincidir dos pensamientos, el de la envidia, espero sana, más que por el hecho, por los factores que me han sido favorables para la decisión tomada o por el arrojo o valentía según ellos, cosa que no comparto, lo llamaría gesto de coherencia vital y otro es el de la libertad. No ha sido una ni dos las personas que han comentado el hecho de que soy más libre que hago lo que quiero o que no hago lo que no quiero.

Creo no haber contestado a esto con una afirmación, porque sinceramente no pienso que sea así. Solemos pensar que la libertad es eso, poder hacer lo que quieres, sin que esto repercuta en nadie, solemos apuntillar, lógicamente esto nos esclaviza al dinero, es decir, asociamos hacer lo que nos da la gana con una solvencia económica amplia y juntar en el mismo concepto libertad y dinero es como juntar ginebra con chocolate, no suena bien.

Por eso se enfoca la vida hacia una estabilidad económica que nos permita ser más libres y hacer más cosas o por eso triunfan la lotería o los juegos de azar, porque queremos ser ricos para hacer lo que queramos.

Hacer lo que queramos no es ser libre y sinceramente a veces se hace muy aburrido.

Puntualizando el escrito del principio, considero que la libertad es elegir. Para empezar al elegir ponemos parte de nosotros, hay una parte de nuestro yo que está implícita en nuestras elecciones, en no hacer nada no hay parte de nosotros y la libertad viene ligada indiscutiblemente al yo. Elegir también implica que teníamos varias opciones, por lo que nuestro acto es voluntario, algo básico si nos referimos a libertad. Y en elegir también va la responsabilidad, ya que es un acto personal, porque las decisiones o los actos sin responsabilidad no pueden ser libres, son gamberradas, libertinaje o formas de anarquismo.

Carpe diem se suele utilizar para describir un estado de tu vida en el cual eres libre y decides aquello que hacer sin ataduras, sin explicaciones, desde la rebeldía incluso. Nada más alejado de la realidad, aprovechar el momento no significa hacer las cosas que nunca haces, está bien tener estos momentos de evasión y locura pero no me parece correcto asociarlo a la libertad. La libertad así entendida es comodidad y lleva a una felicidad efímera, fugaz, de mentira, la verdadera dura y a veces se pasa por penas entre medias, pero la libertad como la felicidad, plena vale la pena, a medias es un consuelo transitorio.

Me gustaría pensar que he elegido todo aquello que he hecho en mi vida, pero no lo creo. Muchas veces vamos adaptándonos a lo que nos sucede y lo hacemos nuestro como si fuera nuestra propia decisión, no me parece ni mejor ni peor, otras nos dejamos llevar en un dolce far niente, que hasta llamamos felicidad pero no nos la creemos.

Y en esas allí estaba yo, en un buen trabajo, una casa preciosa con la que mis invitados alucinaban, en una ciudad bonita, con una carrera universitaria, con un montón de cosas compradas… todas cosas que no había elegido y que sin embargo casi todo el mundo envidiaba. Con la carrera acerté pero fue suerte, con 18 años poco más que tu futuro sueldo es lo que miras al elegirla, la vocación es algo que se suele descubrir más adelante. El trabajo fue el primero que se me puso a tiro cuando quería alejarme de Mallorca y acercarme a los míos. La ciudad venia con el trabajo, la casa fue la del alquiler más asequible y cerquita del trabajo sin más y las cosas que me compraba, son eso, cosas.

La verdad es que siempre he sido una persona con suerte y todo aquello que tenía era bueno, no me quejaba en su momento y no me quejaré nunca, pero no era lo que yo había elegido y aquí radica mucha de la causa de este periodo raro en el que vivo, quería ser dueño de mi vida, por lo menos un ratito, de forma drástica quizá, pero creo que la correcta, si me equivoco solo el tiempo me lo dirá.

No quiero pasar un tiempo de relax, quiero hacer cosas, quiero elegir esas cosas que hacer, quiero implicarme, mojarme, tener responsabilidad, esa es la libertad que busco y creo buscamos todos, no la de estar tumbado todo un día, eso es descansar. No se os ocurra envidiarme, porque el que tiene envidia soy yo, porque muchas personas que me rodean eligen y son libres cada día, he puesto los ejemplos cientos de veces y no voy a repetirlos. Yo soy un aprendiz de ellos.

Dicho todo esto y consciente de que merecería la pena dedicarle muchas palabras a este tema, entre otras cosas porque tanto mi punto de vista como el de cualquiera es válido al analizarlo, lo dejaremos por hoy, no vamos a resolver un tema que ha sido el quebradero de filósofos y pensadores de miles de años en media página, es más, posiblemente sea algo irresoluble.

Hace muy poco tiempo deje de pensar en la libertad, en el amor, en el blog, en el facebook, en mi año sabático, en la política, en el deporte, en todo aquello que ocupa mi cabeza y/o mi tiempo. Porque me di cuenta de que no vale la pena, de que todos mis problemas eran bastante estúpidos y que solo hay una cosa importante en esta vida y eso precisamente, estar vivo. Decía un personaje de Soldados de Salamina en una escena que difícilmente olvidaré, viendo como unos niños entraban en el colegio: “Cuando los miras (a los niños) te das cuenta de que lo único que importa es estar vivo, con eso basta”. Y cuando a la hermana de mi madre, cuando a mi segunda madre, cuando a la madre de mis primos, cuando a la mujer de mi padrino, cuando a mi TIA, la han diagnosticado cáncer, me ha dejado de importar casi todo.

Como se que lees este espacio personal, que tanto te recuerda a mi abuelo, como dices. Decirte que he elegido que vivas, que tus hijos han elegido que vivas, que tus hermanas han elegido que vivas, que tus nietos han elegido que vivas, que toda la gente que te queremos elegimos que vivas, que ganes, que no te rindas, que luches, que elijas vivir. Jamás nos has fallado y sé que esta vez no será diferente.

Hacía tiempo que no mandaba la carta a los reyes magos, este año lo he vuelto a hacer porque esta vez sí quiero algo de verdad.

Animo Tia

2 comentarios:

Agurtzane dijo...

Gracias por dejarnos ser tus padres, tus tíos, tus primos. Nosotros te elegimos a tí.

Elena dijo...

Pablo, me has llegado al alma.
Besos .Elena