23 octubre, 2009

Que bonito es el amor

Voy a recibir palos y me da igual, voy a poner un video ñoño, de una boda, que lluevan las críticas, creo que merece la pena verlo.

Si alguien se pregunta como se sabe si alguien está enamorado, ruego os fijeis en la cara de la novia cuando canta.

Espero que os guste, a mi me ha gustado y emocionado.



20 octubre, 2009

El chico de la camiseta lila

Hace ya algún tiempo que me rondaba la idea por la cabeza y con el argumento de una película reciente y un hecho acaecido este fin de semana pasado, me he animado a juntar todo ello.


El triste hecho es la muerte de Andrés Montes, por todos conocido, los amantes del baloncesto estábamos unidos de una forma especial a este personaje y fue un día triste, una noticia triste, alguna lágrima derrochamos por alguien que, personalmente, nos era ajeno. Con esto ligo la idea que me rondaba que es la de, ¿Qué pasaría si pudiéramos ver y vivir nuestro propio funeral?Sería curioso el hecho,¿quién vendría?¿quien no lo haría?¿qué dirían de uno en los círculos de charla? Y sobre todo, ¿por qué no antes?¿por qué esperamos o nos damos cuenta de la importancia de las personas, cercanas o no, cuando estás mueren o pasan por un momento muy duro de su vida?¿por qué en la felicidad nos relajamos?...Difícil la cuestión, nos hacemos vagos, conseguimos amistades, compartimos tiempo y experiencias y nos relajamos, este es un amigo para toda la vida y una vez conseguido es mantener, no conseguir, requiere menos esfuerzo. Disminuimos el tiempo dedicado, las llamadas, las quedadas, el cariño, las palabras, los hechos, minimizamos todo esto consciente o inconscientemente.


Lo bueno del asunto es que no pasa nada, porque si, era un amigo de verdad, pero ¿y los que se han quedado por el camino? Porque se quedan muchos, otros vuelven a aparecer, pero otros se van, con toda la razón del mundo, por tu culpa, por la mía, nos centramos en descubrir quien tiene la culpa y nos argumentamos de tal forma que nos haga culpable a los dos, porque es una persona que ha sido importante y no quieres hacerle recaer la culpa y porque no te la vas a echar a ti, ¿Cómo vamos a reconocer errores? No nos gusta hacerlo y no lo vamos a hacer. Así que finalizamos. Con lo de la culpa mutua y a otra cosa mariposa.


Yo soy un claro ejemplo, periódicamente y con la excusa de la distancia geográfica que me ha distanciado de mi gente, he “abandonado” a gente que no puedo abandonar, que quiero que estén cerca mío, porque soy uno de esos vagos, que se da cuenta a veces de que se aleja de gente más tarde de lo necesario y que necesito que me tiren de las orejas, porque no me enfado, si no que me doy cuenta de las cosas o eso me gustaría creer.


Y en eso andamos, en discernir quienes son esas personas que merecen tu tiempo, esa era el objetivo de este año raro en el que vivo (hablaré pronto de esto) y creo que lo estoy consiguiendo, he estado con toda la gente que quiero estar, no he estado todo lo que quisiera, porque me falta tiempo material y alguna deuda tengo pendiente, Manu y Val, os debo ese tiempo, pero pronto espero compensarlo. Y sobre todo, cada vez estoy más seguro de que volver a juntarme, a estar, a llamar a la gente que necesito es lo que me faltaba en la “perfecta vida” que vivía. Me doy cuenta y esta vez no me haré el vago, si lo hago, ya saben que el tirón de orejas me lo deben de dar, porque reacciono y porque al final me doy cuenta de que son ellos con los que quiero estar.


Andrés montes no vivió su funeral, pero si lo hubiera hecho, se sentiría orgulloso de su vida, de su forma de ser, porque nos ha calado, porque se ha hecho querer. Yo tampoco viviré mi funeral, pero a veces, siniestramente, me lo imagino y siempre veo a quien quiero ver, están allí, los que he cuidado y alguno que he cuidado menos, veo a mi familia y veo a mis amigos, esto me hace pensar que estoy haciendo bien las cosas, que estoy en el camino correcto, pero que no me despiste, que el tiempo es para dedicárselo a las personas que se lo merecen, que son las mismas que te perdonan que no se lo dediques.


Si viviéramos nuestro funeral, sabríamos que es aquello que la gente que te ha conocido recuerda de ti, posiblemente nos equivocaríamos, porque no somos conscientes de la imagen que proyectamos, porque no sabemos que es lo que engancha a la gente a nosotros y viceversa, pero son “pequeñas magias inútiles” que recordamos de personas a lo largo de nuestra vida y son esas pequeñas cosas las que rememoramos de esa persona, no suelen ser grandes cosas, ni suelen haberse dado en aquellos día súper preparados, suelen darse de la forma mas tonta y eso las hace especial, porque el hecho diferencial en esa situación fueron las personas, no el sitio, no el momento, no el escenario, si no la pura vivencia personal.


Así que en esto sigo, en juntarme a la gente con la que quiero encontrarme, en conocer o volver a reencontrarme con gente, que se que merece la pena y montarlo al grupo de los amigos y en ¿por qué no? Compartir noches con mujeres que tienen algo de especial… descubrir momentos que se graben, dejar recuerdos a gente, quedarnos con recuerdos de otras personas, resumiendo, vivir.


Esta vez lo haré cerquita de mi gente.


PDTA: En memoria de Andrés Montes