14 junio, 2006

El día de ayer fue un día de bastante trabajo, cuando digo bastante me refiero siempre a horas, ya que por suerte, este trabajo no es nada estresante ni por supuesto me doy palizas fisicas, pero hay dias que si le tengo que dedicar bastantes horas. Así que salí a las 8 de la mañana de casa y llegue a las 20:30, pero por contra fue un día que me cundió. El ingeniero con el que trabajo estuvo explicandome un programa informatico muy bueno y la verdad es como asistir a un master, sólo que en vez de pagando cobrando, al final del día tenía un buen manejo del mismo y por eso me fui como contento a casa.
Al llegar ya estaba el partido empezado del Unicaja-Joventut y aquí si que disfruté. Y no fue porque me guste el baloncesto o no me guste (que me gusta) si no por un extraño sentimiento que os comento a continuación.
Se dió por un momento el típico sentimiento que se da al contemplar un evento en el cual ninguno de los contendientes es, como diríamos, "nuestro equipo" se da y es el ir con el más débil. Se produjo en mí cuando Aíto, entrenador del Joventut, sacó a un chico de 16 años y lo puso a jugar y no sólo contento con eso sacó a 3 bajitos á la vez, era una lucha desigual y eso te hace ponerte del lado del débil .
En esos momentos se produce una identificación con ese equipo casi instantánea y es más diría que es más natural de lo que podemos creer e incluso muy habitual, me explico. ¿Quien alguna vez no ha experimentado la sensación de ver a un chic@ que te gusta de esos que tu mente clasifica como "no estoy a su nivel" y sueñas con conseguirlo"? ¿o quien no ha pensado alguna vez jugando a cualquier juego o deporte contra alguien que domina ese juego y piensas: "A este me lo calzo yo"?¿ o quién no ha acelerado alguna vez cuando un mercedes imponente te adelanta a mil por hora por la autovia como pensando: "Si cabron , me pasas, pero te va a costar un segundo mas, jodete? Es este sentimiento absurdo pero a la vez que te llena, este sentimiento de pensar que en el fondo eres capaz de ser más de lo que eres o más de lo que crees que eres, esta superación , este arriesgar cuando está todo en contra, este decir no he podido pero lo he intentado, este sentimiento señores es lo más bonito que se puede tener.
Por eso ayer me "emocioné" al ver a un chico de 16 años jugando un partido trascendental, y le vi con una honda intentando derribar a Goliat, porque en el fondo me veia a mi, me veia acudiendo a la literatura, como Aragorn cuando se daba una y otra vez contra ejercitos superiores al suyo, diciéndose esta guerra la pierdo pero tengo que morir en ella , porque es lo que tengo que hacer. Por todo esto: "Gracias, Aíto" , ayer me sentí por un momento Ricky Rubio (Igual pero sin pelo, con más peso y jugando peor al basket, pero me sentí él)

No hay comentarios: