Ya casi deseo que llegue el otoño.
Hoy me he acordado de este texto así que por aquí lo dejo, por los locos que sigan dejandose caer por aquí.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
Y una canción, espero dormirme pronto antes de que empiece a amanecer...
3 comentarios:
Maldita sea, sé que el calor reblandece los sesos, sé que tú particularmente no termoregulas bien en situaciones de estrés térmico, pero... ¿era necesaria esa canción? Y con la participación del gran Bisbal...
Sin palabras me quedo...
Le aviso de que su señora madre me ha dicho que le meta caña...
Afortunadamente no me caracterizo por hacer mucho caso a las de la tribu Nigra, si por ellas fuera sería taurino y español.
Pablo !cuanto tiempo perdido sin leerte, hace poco lei lo que le dedicaste a tu tio y padrino, hace ya....... y no me canso de leerlo, te quiero.
Sigue a Benedetti, te irá bien en la vida. un beso.
A Fernando le diria que las N igras no mordemos, somos un rebaño que siempre estamos juntitas ayudandonos en lo que podemos, del rebaño se fué una, algun dia puede encontrar el camino de regreso, y que sea taurino o no eso él mismo pero lo de español lo lleva crudo, sera español toda su vida mal que le pese. Un besazo
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