Como decía el verso de Machado: “y, mas que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno”.
El otro día comentando con un amigo, un muy buen amigo, el trato que una persona que conocíamos dispensaba a su pareja. No comprendíamos, ya no las actitudes de el, que a nuestro parecer no eran correctas, si no la aceptación como normal de esa actitud y la abnegación con que asumía esa y otras muchas.
No creo que lo que pueda pensar yo como debería ser una relación de pareja sea lo ideal, ni por supuesto válido para otras personas. En esto de las relaciones nada es igual a nada, aunque viéramos una misma situación repetida no será igual, las personas somos únicas y más en las relaciones personales, cada momento, cada vivencia es única en ese tiempo, en ese espacio, en ese contexto, con esa persona… No seré yo el que diga como funciona esto de las parejas con el currículo que tengo, no muy alentador.
El debate se fue dirigiendo al hecho de ser “bueno” o “malo” con las mujeres, nuestra experiencia y nuestras observaciones recientes nos hacían coincidir en la conclusión: “Los malos molan más, ligan y enganchan a las chicas más”
Son cada vez más los ejemplos de parejas en las cuales el grado de enganche, de “enamoramiento”, de necesidad del otro es proporcional a lo indiferente que se es con la pareja, al egoísmo dentro de la pareja, a lo difícil que se lo pones. Es algo que hasta cierto punto he de decir no entiendo del todo, está claro que puede que no lo entienda porque creo ser del otro bando, de los que creen que hay que ser bueno, casi llegando a tonto, porque parto de un axioma diferente, imagino. Parto del hecho de que la felicidad de mi pareja es mi felicidad, de que mi renuncia a veces sin llegar a la aceptación continua o la propia negación es buena siempre y cuando sea buena para ella y viceversa, también necesito de esas renuncias por parte de mi pareja. Que los criterios sean compartidos y las decisiones y límites se deben consensuar. Si solo uno marca las pautas, al final, fallará algo, no funcionará, cuestión de tiempo.
Se tiende cada vez mas a buscar una persona o bien que tenga y piense o sea como pensamos que queremos que debe de ser nuestra pareja, es decir, en nuestras ensoñaciones dibujamos un perfil que nos es válido, que sea independiente, le gusta tal tipo de música, le gustan las pelis de Kubrick, viste de tal forma, o le mola el mismo bar al que voy siempre, yo que se, cada uno daríamos mil argumentos de cómo soñamos sea la persona que comparte nuestro tiempo. Entonces si tenemos la suerte de encontrar a alguien que cumpla algunos, muchos o todos estos prerrequisitos nos enganchamos a ellos. Creo que error, esto son características no cualidades, ni actitudes, ni sentimientos, y enamorarse creo que no es cuestión de afinidad de gustos si no de algo más.
Dijo una amiga mía, conocida de muchos, en una terraza de León en mi presencia y de otro amigo nuestro, en referencia a un chico:”Tiene todo lo que espero de un chico, sin embargo no tengo esas cosquillas en el estomago…”.
Luego hay otro arquetipo aún más sangrante a mi entender, y es el de aquella pareja en la cual uno de los miembros simplemente asume la vida, gustos, aficiones,… del otro, se aliena y es feliz, le gusta aquello que descubre que le gusta al otro, viajan donde el otro quiere viajar, hacen lo que uno de los dos cree que debe ser así todo ello con la amenaza de que esto es lo que hay y si no habrá otr@ que lo entienda.
Diréis alguno que eso es que se está enamorado y que es lógico, bien, es respetable, pero no lo comparto.
Creo que una pareja es el conjunto de dos personas, no un ente único que piensa y actúa conjuntamente, que va, siempre habrá dos opiniones, dos pareceres, dos formas de ver lo mismo y que esto ocurra me parece que lejos de ser malo es lo ideal, el respeto la empatía con el otro y el respeto a esa otra forma de ver las cosas. Tampoco creo que sea un conjunto de dos personas independientes totales, esos son rollos o como se le quiera llamar, cupo de sexo asegurado sin riesgo por ejemplo y sin implicación. Esto es divertido, a todos nos gusta y de estas cosas son de las que presumimos con nuestros amigos, pero son efímeras, prometo una reflexión pronto de esto.
Volviendo a la conversación mi amigo decía que se planteaba ser un cabrón, que siendo bueno se sufre mucho, que los cabrones son más felices y follan más. Yo comparto eso, pero le dije que necesitábamos a esa gente para reivindicarnos, para compararnos con ellos y así ser más firmes en nuestra propia idea, que nos ha tocado ser los buenos y gilipollas, los que sacrifican y los que saldrán derrotados algunas veces, que nos tocará enseñar a otras chicas que hay otra forma de tratarlas, de cuidarlas, de mimarlas, que serán ellas mismas, con nosotros, pero ellas mismas. Que nos importará su bien y su felicidad incluso cuando nos dejen y tendremos un sentimiento de tristeza feliz, del trabajo bien hecho, de que hemos dado todo, que seguro que han sido felices a nuestro lado, que cada día han sido la princesa que merecen ser, que nadie las tratará como nosotros…y que como otras se van con otros, que no seremos nosotros los receptores de sus besos, confidencias, abrazos y orgasmos. Y somos felices con eso, yo diría gilipollas, pero si, nos sentimos felices, quizá porque hemos sabido querer y hemos sabido renunciar a nuestra felicidad por la suya incluso cuando no están con nosotros.
Resumiendo, dos tontos gilipollas y felices en un coche. Pero me sentí muy bien y entendí cosas que no ponía en orden en mi cabeza. Seguiré siendo bueno, soy así, no me voy a negar a mi mismo a estas alturas de la película.
Me queda mucho por aprender y eso que vengo de un año de master en el tema, que la que se ha ido por voluntad propia me ha enseñado mucho y me ha hecho mejorar y que la siguiente será mucho mejor aún. Que me alegro de su camino escogido y que espero muy sinceramente que la vaya genial, aunque sea sin mí, porque en el fondo siempre la he estorbado en su vida, que no esperaba que una persona tan alejada de lo que ella quería o pensaba como para ella, la haya hecho sentir a ratitos tan bien, espero. Que seguro que será feliz y hará feliz a muchos por el camino, compartan mucho tiempo de su vida o una noche de pasión.
Cada día me encuentro con mujeres dignas de conocer, de descubrir y que no pienso dejarlas pasar, buscaré hasta encontrar, creo que pronto llegará.
Por último amigo bueno, cuando tengas dudas de si hemos escogido o nos ha tocado el ser gilipollas, gírate y mira a tu novia, es el claro ejemplo de que siendo así se triunfa y se encuentra a las mejores mujeres, no creo que puedas envidiar a nadie, ella tampoco. Espero empatarte algún día, la última valía pero no yo no la valía a ella. Se merecía y merece más. En el fondo no sintió nunca cosquillas en el estómago.
23 junio, 2009
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1 comentario:
Es simple el hecho de pensar de una forma tan directa aspectos relacionados con el genero femenino que nos ciegan erroneas conclusiones. Jejeje.
Na hablando claro. No nos equivoquemos, las tias los prefieren guapos.
Por la vida de una mujer almenos pasara un hombre que sea mas que ella ,fisicamente hablando. Por el simple hecho de que nosostros pensamos con la p.... y ellas deciden si esa noche saldrá a pasear.
Las tias los prefieren malos? Y aguantan un trato indigo? Realmente no. Pero esos son los casos que te llaman la atención por ser contrarios a tu calva.
Por cierto, esos malos, ¿son feos?, tampoco.
En lo que si estoy de acuerdo es en que la alienación de una persona en la vida en pareja es el pan nuestro de cada día. Siempre uno de los dos impondra sus gustos y deseos al otro, excepto en el caso de que sean similares. Si esto es asi (a mi parecer) esa union esta destinada al fracaso pues no hay nada mejor que ser diferentes.
Por cierto, las personas y los momentos no se buscan, como tampoco se buscan los mocos que tiras al suelo.
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